domingo, 1 de agosto de 2010

Soy una Novia...


Soy una novia...

Nunca lo esperé. Pensaba que iba a pasar en mucho tiempo más o cuando uno de los dos tuviera algo estable con lo cual pagar nuestro futuro.

Soy una novia. Me llama tipo 6 de la tarde para decirme que quería hacer algo y fue extraño. Un día Jueves con ganas de salir me pareció lo mejor del mundo: yo de vacaciones y él motivado.

Me voy donde una amiga, me abraza cuando no tenía por qué hacerlo y pasamos el rato. A las 9 de la noche estoy en la casa de mi futuro novio sin yo saberlo y partimos rumbo al destino en el cual yo suponía, íbamos.

Llegamos al mejor restaurante al cual me podía llevar: Tierra del Fuego, lugar al cual siempre quise ir desde el momento en el que lo estaban construyendo y yo, sin entender nada. Me dice que estamos celebrando su pagada de sueldo y para mi, era lo más normal del mundo. Un aperitivo rico, un pisco sour del otro mundo y un plato de fondo que no entendía por qué estaba comiéndolo. Pidió el mejor vino del lugar y el mismo que a mi me gustaba. Disfruté y degusté cada bocado que metía en mi boca y en cada uno de ellos había una pregunta que yo nunca entendí por qué la hacía en ese momento, las cosas ya estaban conversadas... para mucho tiempo más.

Nos fuimos a la terraza. No hacía frío. Eran aproximadamente las 10 30 pm y el mar nos estregaba una maravilla de olas. Pidió el postre que a mi más me gusta y nos pusimos a conversar. Luego de una pregunta un tanto extraña me pregunta en qué fecha me gustaría casarme. Luego de mi respuesta, abre su chaqueta, saca una caja diciendo que no venía preparado, la pone delante mío y lo único que hace es reír mientras yo estoy en shock y lloro. Su orgullo no podía más. Mientras yo lloraba y le preguntaba si era una broma, me pregunta si me quiero casar con él. No atino a nada, sólo a abrazarlo. El mozo nos trae una copa de champagne a cada uno y desde ahí supe que era verdad.

Soy una Novia. Una novia feliz y dichosa, orgullosa, contenta, lo que se les ocurra.

Ahora miro mi mano y aun no lo creo...

Dios Santo, soy una novia