lunes, 26 de enero de 2009

Mi antiguo YO, mi nuevo YO



Si. El título puede parecer egocéntrico, narciso, egoísta, lo que quieran, pero hoy me daré un minuto y pensaré en la nueva YO. La antigua YO era tímida, niña, infantil, taimada, hasta me atrevería a decir que a ratos no tenia filtro alguno y decía las cosas impulsivamente. Si me equivoco, espero el reproche, si no, me alegro de haber cambiado.

La antigua YO no pensaba en grande. Tenía bellos e idílicos sueños, cosas quizás inalcansables: que viajes por Europa, que el trabajo perfecto, el cuerpo perfecto. Para ella todo debía de ser perfecto... POR QUE!!!!!! Por el simple echo que la sociedad te impone un estilo de vida, de pensamiento, de ser y creer que eres. EL TENER que ser...

La antigua yo no veía las cosas, pasaba por el lado, no se daba cuenta de las cosas que tenía, de las cosas que formaba, creaba o pensaba. Muchas veces no se creía capaz de hacer cosas por miedo al qué dirán o al comentario que alguien pudiera hacer acerca de su actuar. Finalmente, se cuestionaba su actuar de manera constante.

El YO y mi Nuevo YO son distintos. Se cuestiona el cómo hacer las cosas para que resulten, den frutos y se reconozcan. El Nuevo YO hace cosas que nunca podría haber pensado qe podría hacer: confrontar puntos de vista, confrontar y cuestionar cosas que anteriormente se hubiera guardado para sí; el Antiguo YO se cuestionaba su actuar, se cuestionaba el poder triunfar profesionalmente, se cuestionaba el cómo, cuándo y por qué.

Ahora su ego creció, aumentó y se cree, lo creen y se nota... La seguridad cambió, se atreve, se expone, da puntos de vista contrarios al resto... CRECÍ.

La antigua YO se protegía, se guardaba, se aislaba en ocasiones. Le daba vergüenza, "se chupaba", no podía mostrarse por miedo al qué dirán. Ahora no, se muestra, conversa, pregunta y responde... CRECIÓ.

Ahora soy otra. Siento que cambié. Si no lo notan es quizás porque no se dieron cuenta de la evolución. No notaron cambios notables, palpables y obvios a los ojos del nuevo expectador. Si lo notan es porque han sido parte de mi evolución, han estado conmigo y me han acompañado... MADURÉ ...

Lo siento, lo noto y me admiro. No lo digo con una mirada ególatra, simplemente, que siento que el ayer se fue y estoy viviendo un nuevo YO. Más grande, profesional, con mayores responsabilidades y grandes desafíos.

Finalmente, esta nueva persona soy YO, con sueños, deseos, metas y anhelos. Con ganas de triunfar, de ser alguien. Con ansias de reconocimiento, de destacarse, de ser alguien.

Dejé atrás al antiguo YO, para pasar a ser simplemente... YO